Archivo 14/Jun/2011

Boylovers en las redes sociales. Una amenaza real

Por fin me he decidido a escribir […] “Soy un pederasta«. Con estas palabras comenzaba en 2004 su particular diario informático un joven español que entonces tenía 26 años. En él, detallaba tanto sus tácticas para ganarse la confianza de los menores como sus encuentros sexuales con ellos con todo lujos de detalles: «Le he metido la mano por debajo del calzoncillo y le he acariciado», se recreaba en un pasaje. (Diario Público 16/03/2011)

Así se retrataba un miembro español de una comunidad pedófila que contaba con más de 70000 miembros en 30 países y usaba como punto de partida, reunión e intercambio de material el sitio web boylover.net

Boylover: Individuo que aboga por la aceptación social de la atracción romántica hacia menores de edad, como algo natural y tolerable.

En marzo de este año, la llamada “Operación Rescate” una acción combinada de las policías de distintos países, coordinada por Interpol, concluyó con el cierre del sitio web y la detención de 183 presuntos pedófilos, entre ellos el autor del citado diario.

Sin embargo, esto no es más que la punta del iceberg, la globalización, el desarrollo de las comunicaciones, la facilidad de acceso a las nuevas tecnologías a coste reducido y sobre todo, el “anonimato” que puede lograrse, ha favorecido y favorece la presencia de estos individuos en Internet amparados en una falsa sensación de impunidad.

Las distintas redes sociales se han convertido en un caldo de cultivo excelente, ofreciendo un casi ilimitado “terreno de caza”. Un lugar donde miles de usuarios confiados cuelgan sus fotos, datos personales, edad, intereses, aficiones… poco más que un paraíso para sus fines.

Tal vez Facebook, como cabeza visible, siendo la red social con mayor número de miembros, unos 700 millones en este momento, de los cuales no menos de un 50% se conectan diariamente, sea uno de los lugares más frecuentados por esta figura de delincuente.

No son pocos los perfiles o páginas de Facebook, con dudosos fines o donde es fácil encontrar todo tipo de pedófilos/pederastas operando, allá donde haya menores, estarán al acecho.

Facebook, al igual que otras redes sociales dispone de distintos mecanismos y filtros de seguridad para evitar la proliferación de este tipo de sitios, sin embargo, resulta una batalla perdida de antemano, cada vez que se da de baja un perfil o página sospechosa se abren otras tantas.

Como actúan – Grooming

El Grooming en su conjunto se refiere a las diferentes tácticas que los pederastas/pedófilos emplean para obtener imágenes de menores, realizar cybersexo y en último caso obtener una cita  real….

Existen muchos métodos, pero todos tienen la misma raíz común “el engaño”. Con mayor o menor pericia el pederasta intentará ganarse la confianza del menor  para posteriormente inducirle, incluso mediante coacciones y amenazas a proporcionarle aquello que desea.

En el caso de las redes sociales el pederasta en primer lugar creara un perfil  o página falso desde el que operar, haciéndose pasar por menor de edad según su conveniencia, en él, incluirá fotos  y datos creíbles para evitar cualquier sospecha inicial.

 

El primer paso, siempre es conseguir la dirección de correo de la víctima o bien que le acepte como amigo en las distintas redes sociales, principalmente Facebook y Tuenti, con el pretexto de seguir en contacto, y chatear, las preferidas en el caso del correo son las cuentas de messenger.

Conforme pasen los días, el pederasta irá introduciendo peticiones de intercambio de fotos, a priori normales o mínimamente comprometidas, sugerencias para que active la webcam, y conversaciones ligeramente subidas de tono

Una vez que haya obtenido alguna foto de contenido sexual, aunque no sea explícito, en caso de que la víctima se niegue a seguir enviándole nuevas imágenes,  comenzará a amenazarla y coaccionarla con humillarla enviando las que ya tiene a todos sus amigos y familiares, iniciando así un proceso de chantaje continuo.

Los pederastas/pedófilos son muy “eficientes”, de tal manera que lo más común es que esté abusando de múltiples posibles víctimas simultáneamente, el último caso con repercusión mediática hablaba de un individuo que mantenía más de 70 identidades falsas que utilizaba para engatusar menores, contando en el momento de la detención con más de 100 víctimas.

Reacción del menor e indicativos de riesgo

Resulta difícil de creer que una vez que comienza el acoso y derribo, el menor no acuda a sus padres, sin embargo, nada más lejos de la realidad, los menores, por defecto, tratarán de solucionarlo por si mismos, cosa que no podrán conseguir y solo cuando no puedan más y pierdan el control acudirán a ellos.

Habitualmente esta situación es provocada por las preguntas de los padres, al ver que su hijo/a últimamente se encuentra retraído, distraído, pasa mucho tiempo encerrado en su cuarto con el ordenador, parece triste, cabizbajo, constantemente con aire de preocupación….estos son algunos de los síntomas que evidencian un problema.

Como protegerlos

Seguramente, a estas alturas de la película haya estado en al menos un par de ocasiones apunto de tirar su ordenador por la ventana, atajando así de raíz el problema… grave error, tal vez.

No se trata de impedir que el menor acceda a internet y haga uso de foros, redes sociales y demás servicios, algo por otro lado imposible de lograr, se trata de dotarlo de las destrezas necesarias para enfrentarse a una posible situación de acoso.

Información, formación, educación y vuelta a empezar. Esta es realmente la clave para evitar disgustos, ahora y en el futuro.

Consejos y recomendaciones

  • El ordenador debe encontrarse en una zona común de la vivienda, donde pueda supervisarse su uso. En ningún caso en la habitación de los menores.
  • Controle y administre el tiempo que sus hijos pasan conectados, es una buena idea marcar algunos límites.
  • Aprenda el manejo básico de las redes sociales en las que tengan cuenta y explíqueles en que consiste la configuración de privacidad, ayúdeles a personalizarla correctamente.
  • Procure dialogar con sus hijos, ayúdeles a comprender la importancia de limitar la cantidad de datos personales que compartan con otros usuarios.
  • En ningún caso permita que su hijo acuda a cualquier cita concertada por Internet, si no está totalmente seguro de conocer a quienes vayan a acudir.
  • Hágale ver que no debe publicar información personal, imágenes o videos de terceros sin su consentimiento.

Un clima de diálogo y confianza, además de observar unas medidas básicas de seguridad y prevención, garantizan una experiencia sin contratiempos en la red.

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